Para la marca, quería priorizar el color y la composición. Opté por un concepto rústico, decidí usar colores frescos que reflejaran la frescura de los ingredientes. En cuanto al tipo de letra, opté por el minimalismo con cierto énfasis en la textura y la fluidez.
En cuanto al diseño del menú, trabajé con un patrón que estaba compuesto por el sub-logotipo, reflejando las piedras de un horno de ladrillo de piedra. Jugando con el tipo de letra, permitió un flujo interesante en todos los diseños del menú. 
Incluí un menú de comida y un menú de vinos.
El producto final fue un restaurante italiano rústico y único que se siente cálido y acogedor, además de nuevo, fresco y llamativo.